Estas metodologías orientadas a procesos estudian cómo son transformados los flujos de datos por los procesos, desde la entrada hasta la salida. Por tanto, hacen más hincapié en los procesos que en los datos.
¿Cómo vamos a analizar estos flujos de información?
Siempre recurrimos a representaciones gráficas porque son las más útiles y fáciles de interpretar.
Estas representaciones gráficas son acompañadas por documentos de texto desarrollando lo que se denomina especificación estructurada.
La especificación estructurada incluye estas técnicas:
• Diagramas de Flujo de Datos (DFD): son una representación gráfica que representa los procesos que debe llevar a cabo el sistema informático y los datos que hay a la entrada y salida de cada proceso. Utilizando el concepto de abstracción, los procesos se van describiendo al principio como procesos amplios y complejos, para ir posteriormente des componiéndolos en procesos más simples. Este proceso se irá repitiendo para realizar un refinamiento progresivo del sistema. En la imagen podemos ver una herramienta informática de ayuda para desarrollar DFD. En concreto se trata de la modernización de un almacén, en la que aparece un proceso de gestión de compras y unas entidades de proveedores y almacén.
• Diccionario de Datos (DD): son las descripciones de todos los datos del sistema y de los elementos que aparecen en el DFD.
• Especificaciones de procesos: es la descripción detallada de los procesos, es decir, explican cómo se obtienen las salidas a partir de las entradas.
Para la realización de estas técnicas dispondremos de una serie de herramientas informáticas de ayuda que permitan facilitar la realización de los DFD y automatizar parte del proceso. En la imagen anterior tenemos un DFD con procesos, entidades y un almacén de datos.
Fases de la especificación estructurada
Pero, ¿cuáles son las fases de esta metodología?, ¿qué tareas y procedimientos asociados deben
realizarse? Vamos a verlo a continuación:
1. Fase de planificación inicial.
2. Fase de análisis:
• Descripción del modelo físico actual: se trata de describir el sistema actual del cliente que podrá estar informatizado o no. Para ello, se realizan una serie de DFD que describen los sistemas actuales.
• Elaboración del modelo lógico actual: a partir del modelo anterior, se realiza un nuevo modelo que no dependa de elementos físicos, por ejemplo la organización actual de la empresa o las ubicaciones en una u otra planta del edificio. Para ello, se realizan también DFD.
3. Fase de diseño:
• Desarrollo de un nuevo modelo lógico: una vez estudiado el sistema actual, hay que introducir las nuevas necesidades del cliente y elaborar un modelo lógico alternativo que resuelva los problemas del cliente y satisfaga sus requisitos. Para ello se realiza una especificación estructurada completa, es decir, se incluyen DFD, DD y especificación de procesos.
• Elaboración de un conjunto de modelos físicos: a partir del modelo lógico se incluyen los detalles físicos de la empresa, como por ejemplo la distribución del edificio de la empresa, y se realizan distintas propuestas alternativas.
• Estimación de los costes y tiempos de cada opción del modelo físico.
• Selección de un modelo en función de los intereses del cliente.
• Recopilación del modelo elegido en un documento de especificación que permita su posterior implementación en la empresa.
4. Fase de codificación: mediante la programación estructurada.
5. Resto de fases: incluye las fases de prueba, control y mantenimiento.
Hay diferentes metodologías que siguen este modelo aunque con pequeños cambios. Entre otras, las más importantes son las desarrolladas por DeMarco (1979), Gane y Sarson (1979) y
Yourdon/Constantine (1989).
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